El vino para bodas. A la hora de organizar una celebración hay un recurso que no se puede dejar en último lugar o que caiga en olvido… lógicamente estamos hablando del vino para bodas. Vivimos en un país de gran tradición vitícola. El viñedo español es el de mayor superficie del mundo, gracias a lo cual tenemos gran variedad de vinos.
Los novios, generalmente, cuando escogéis el menú, no soléis centraros en la elección del vino para bodas. Normalmente es el maitre o el sumiller quién elige por vosotros. En este post os vamos a dar unas pinceladas sobre el vino en este tipo de celebraciones tan especiales.
La temperatura
Los vinos para bodas debe ser la correcta. Ni frío ni caliente. Con ello perdemos lo esencial de cada vino para bodas que es su personalidad. Por lo general, el vino blanco se sirve más frio que el tinto.
El orden del servicio de un vino para bodas sería el siguiente:
Cuando se sirve el vino para bodas, hay que tener en cuenta una serie de premisas;
¿Cómo servir el vino para bodas sin salpicar gotas en la mesa?
Lentamente vierta el vino para bodas en el centro de la copa. Después gire la parte inferior de la botella para mantener esas últimas gotas dentro de la botella.
¿Cómo tomar la copa?
Mantenga la copa hacia la base del tallo. Cogida entre los dedos pulgar e índice. Nunca de la parte de su copa. Con ello, evitaremos calentar el vino para bodas con las manos.
Vino para bodas personalizados
En España tenemos la suerte de contar con muy buenos vinos para bodas. Caldos muy bien elaborados que no por ello tienen que ser caros. Vinos para bodas con cierto carácter exclusivo que han sido creados para sitios muy concretos. En los tiempos que corren, y en especial en los últimos 3 ó 4 años, el consumidor conoce más vinos y adquiere ciertos criterios de valoración que le permiten reconocer un buen vino de otro que no lo es tanto.
Por suerte, cada vez hay más sitios en los que se celebran bodas para los que el vino para bodas juega un papel fundamental. Estas botellas de vino están personalizadas y dan un toque de distinción y exclusividad que a día de hoy se valora muy positivamente tanto por los novios como por los invitados. Estos vinos para bodas, por lo general, son de muy buena calidad ya que no pueden permitirse ofrecer un producto que no esté acorde con la calidad de la comida de la finca para bodas en cuestión.
Chicos, sí todavía no os habéis decantado por un sitio u otro para celebrar vuestra boda en Aranjuez, me permito daros un consejo; si entre vuestra opciones tenéis una Finca que tenga su propio vino para bodas etiquetado, decantarnos por ella, ya que es una muestra más de la calidad que os ofrecen. Calidad y compromiso en cada detalle. La fórmula para crear un día perfecto.
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